La máxima autoridad de Le DROIT HUMAIN es el Convento internacional que se celebra cada cinco años donde los delegados elegidos democráticamente pueden modificar la Constitución internacional que da su estructura a nuestra Orden, elegir el Supremo Consejo y preparar el futuro.
Este año celebramos el centenario del primer Convento internacional y así, en la historia de nuestra Orden, el centenario del establecimiento de las fundaciones que nos estructuran.
Hagamos un poco de historia:
Fue en 1882 que una mujer, María DERAISMES, fue recibida como Masón en una logia de hombres, con el mismo ritual que sus hermanos. Pero este hecho prometedor no fue seguido por ningún otro, dada la oposición casi unánime de los Hermanos de todas las Obediencias masónicas al acceso de las mujeres a la Masonería.
No obstante, nuestros fundadores (Georges MARTIN y Maria DERAISMES) crearon en 1893, una primera logia mixta, base de la primera Obediencia Masónica mixta que nunca existió en Francia. Después de algunos años y de la creación de otras logias mixtas en provincia, en 1896 se definieron una Constitución y los reglamentos generales de la “Gran Logia Simbólica Escocesa Mixta, Le Droit Humain – Obediencia mixta – Jurisdicción Universal”.
Así tuvimos los cimientos de la Masonería mixta, primer elemento constitutivo de nuestra Orden.
Segundo elemento constitutivo: En 1901, se hizo pública la existencia del Supremo Consejo Universal del Rito Masónico Mixto. A partir de este momento, los Hermanos y Hermanas pueden ascender la escala iniciática completa (1° al 33º grado) del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Particularidad de esta nueva potencia masónica: A contrario de los otros Supremos Consejos, organizados en esa época sobre una base nacional, el Supremo Consejo del Rito Masónico Mixto quiere ser universal, introduciendo así el tercer elemento constitutivo de LE DROIT HUMAIN: el internacionalismo.
Estos tres elementos, la mixidad, el internacionalismo y la continuidad iniciática en 33 grados, hicieron la estructura y aun la hacen, ¡única!
Teníamos las fundaciones y los elementos constructivos. Quedaba por cimentar las paredes y colocar el techo sobre el edificio.
Desde 1901, la Orden creció y se crearon logias en todo el mundo (Inglaterra, Estados Unidos, Países Bajos …).
Se hizo necesario establecer vínculos entre ellas mediante una asamblea de delegados. En 1912, consciente de la importancia de tal encuentro, el Hermano Fundador Georges MARTIN anunció su intención de organizar un Convento internacional en 1914. Desgraciadamente, los eventos profanos que sacudieron al mundo a principios del siglo XX y la muerte del Hermano MARTIN no permitieron concretar este “sueño” hasta 1920.
En agosto de 1920, 56 Masones, que representaban a más de un centenar de logias, de los 25 países en los que estaba representado LE DROIT HUMAIN, trabajaron en la redacción de una Constitución internacional que, respetando la tradición del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, le permitió adaptarse a las necesidades del momento y transformarse en el futuro.
Si el año 1893 representa el punto de partida, la colocación de la primera piedra, el año 1920, marca una segunda etapa, no menos capital, en la historia de la Orden, la de la finalización de una casa sólida y duradera. El impacto de este primer Convento internacional fue considerable e incluso hoy be, nos beneficiamos de sus efectos.
Citamos al Hermano Louis GOAZIOU, que representaba a las logias americanas en 1920: “Por primera vez, delegados que no sólo venían de países lejanos y hablaban diferentes idiomas, sino que también tenían opiniones religiosas, filosóficas y políticas que eran, por decirlo así, opuestas, se unieron para formar una Declaración de Principios y una Constitución internacional que debían unirlos en una obra común…”.
En cien años, se han celebrado regularmente 14 Conventos internacionales, que en su mayoría han dado lugar a cambios en la Constitución internacional, sin dejar de ser fieles a nuestras tres características distintivas y respetando los grandes ideales expresados en la Declaración de Principios de la Constitución internacional de 1920.
La realidad de LE DROIT HUMAIN hoy en día es ésta: una Masonería internacional y pluralista, rica en todas las diferencias culturales en el sentido más amplio del término – sociales, religiosos, políticos, filosóficos. Rico también de las diferencias en la forma de abordar y vivir el compromiso masónico. La Orden nunca ha sido monolítica. Este primer Convento internacional confirma que su especificidad, su razón misma de existir, es ser vector de una pluralidad que abarca todos los aspectos y etapas del camino masónico desde diferentes puntos de vista, poniéndolos en relación unos con otros. Todas las corrientes que atraviesan la Orden y conviven en ella, siempre y cuando estén en consonancia con los grandes ideales expresados en la Declaración de Principios de la Constitución internacional desde 1920.